viernes, 8 de abril de 2011

Los paseos de la muerte



Los paseos de la muerte son unas romerías que en muchas oportunidades deben seguir los usuarios rasos del sistema de salud colombiano. Consisten en unos desplazamientos entre quejidos y blasfemias a través de unidades de urgencia de hospitales que dependen de las entidades prestadoras de servicio, las cuales colocan unos anillos de seguridad, o filtros, para impedir que se les cuele alguien que según unos evaluadores, de dudosa procedencia o malintencionada instrucción, tenga una afección que no sea "de vida o muerte", y que requiera de la utilización de tecnología costosa. Ese fue más o menos mi caso. Fueron desafortunadas cuarenta horas de dolor, desconcierto e indignación que terminaron con un infarto grave que me ha tenido ya 12 días en el hospital.

Como la Parca a veces se despista, al parecer se enrumbó en la esquina y se le olvidó recoger el bulto que tenía haciendo cola en la próxima parada de su carroza mortuoria, dejando a su contenido padecer conectado a un servicio de cuidados intensivos, ligado a los líquidos vitales por mil tubitos y sedado por gruesas dosis de morfina. No era el momento, todavía.

La sabiduría del corazón se enriqueció con dolorosas vivencias de otros pacientes multifacéticos que derramaban sus quejidos en la larga galería de camillas. Ojalá que esta infusión de realismo abrupto ayude a apaciguar muchos afanes que tanta pelotera humana, tanto insólito cataclismo terráqueo, tanta porquería social, tanta partícula mugrosa en el aire, nos traen a diario a las ventanas múltiples del cuerpo, el apartamento, la vida.

Mientras, preparo un temita por los lados de la Sierra de Santa Marta a ver si los hermanitos mayores, tan maltratados ellos, nos dan algunas pistas elementales.


Les va un abrazote desde esta salita del hospital San Ignacio desde la que logro, por fortuna, acariciar un boceto de los cerros orientales bogotanos.






11 comentarios:

  1. Diego, querido cuídese que aquí lo estamos esperando.
    Un fuerte abrazo de las entrañas de Canal 7 a la salita del hospital San Ignacio.

    alejandro

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  2. Me encantó que la Parca estuviera despistada y nos permitiera continuar sacándole punta a ésta vida.

    Cuídate mucho.

    Un abrazo,

    Esperanza

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  3. Querido amigo...te llevo en el corazón, ese que en tu caso supo resistir esta embestida. Hasta que pueda darte un abrazo, Carlos

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  4. Hola revivido con el corazón en la mano. Ya era hora que le viniera el juicio! Lo malo es el dolor, del cual me gustaría mucho nos relate en detalle. Dicen que duele salirse del envoltorio y, cuando a veces no ocurre,uno sale mejorado. En Ud. no tengo duda. Me encantaría verlo de cerca sin abrazos que pueden provocarle dolores, susurrándole al oido que lo quiero mucho y que en ésta nos veímos, como diría un huaso... antes que la Pelá nos lleve de paseo al mundo donde nos encontramos todos.
    Fuerza y cuidados para no repetir la historia, que sería una necedad. Risas y besos acaramelados.CG.

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  5. Uno se da cuenta que es pobre cuando necesita un medico.
    Un fuerte abrazo de kakalo y Marcela.

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  6. Maestro Diego, como siemrpe enterandonos tarde de esas infartantes noticias: Se le quiere mucho y cuidese
    Alirio Gonzalez

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  7. Aquí siguiéndole los pasos día a día y alegrándonos -demasiado- de que se haya quedado de este lado. Besos ticos.

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  8. Viejo Diego:

    Tranquilo que al director de El corazón este no le va a jugar una mala pasada. Vaticino que vos vas a cerrar el ciclo viejo y jorobado en Notre Dame.

    Carolina, Vero, Luis Fernando y Rafa te mandan muchos cariños,

    Elizabeth

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  9. Carlos E. Camargo9 de abril de 2011, 12:13

    Quedo con el Corazon en la mano, maestrico. Cuando fue esto? como anda? No le digo que lo llevo en el corazon, no va y me de un soponcio a mi tambien, pero eso si le digo que lo llevo bien adentro, pero le quiero hacer claridad, que es en el alma, no va y piense que despues de todos estos anios de exilio voluntario aca en Chicago, me gustan los muchachitos como vos.
    Y que mas?

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  10. Lindo nuestro, gracias por ser tan fuerte. Nos espera un buen trecho para la historia con alas y para abrir muchos más artistas y para soñar más a esta Colombia que nos has dado tan hermosa, desde tu Corazón. A ti y a sally y Tomás todo el amor y amistad

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  11. Hola Diego! Muy buena entrada. Es una lástima que suceda esto en Colombia. Lamentablemente, creo que sucede en casi todo el mundo. Tengo una historia similar, que si tienen ganas se las cuento, relacionaada a algunos hoteles en buenos aires. Saludos!

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He sido un cultivador de cartas... pero se extinguen los huertos, las postales, los destinos. Busco materos, balcones, ventanas, lienzos libres donde pueda sembrar mis dudas, mis palabras, las cascadas de imagen que a veces se me ocurren. Dale hombre, me han dicho algunas fieles amistades, invéntate un blog, escribe. Ya verás que es un buen andén para compartir tu risa, tu silencio, tus desdichas. Curioso, dócil, ingenuo, acepto jugar a lo impreciso.