miércoles, 22 de octubre de 2014

PAISAJEANDO mientras tanto...

Desde hace un par de meses me la he pasado encerrado editando en mi oficina. El contacto con el mundo exterior se ha resumido a las imágenes que grabamos para un documental que recibí por encargo. Pretendemos con ellas dar la sensación de un universo. En este caso es el universo de un grupo de teatro. Ciertos días pareciera posible llegar a la meta. Otros, empieza el péndulo de la indecisión a marcar su ritmo. Me rasco la cabeza, me provoca enviar todo al carajo y agarrar el morral. Quiero buscar nuevos paisajes. Cálmate y dale. Te están pagando. Está interesante. Ya llegará el momento. No ha llegado el editor. No me atrevo a encender el aparato. No quiero. Lo esperaré. Abro la ventana y miro la décima, la veintiseis, los cerros. Los congestión de autos es elástica. Miro las nubes y el parque de la Independencia.  Trancones y nubes, nubes y trancones. El gris del cielo bogotano le hace juego al smog ciudadano.  
Dale, escápate un rato, dale, dale... 

Paisaje 1
Camina lento camello, camello camina lento.
Dibuja huellas camello, camello dibuja huellas.
En las dunas veo tus pasos , tus pasos veo en las dunas.
Eres cometa en la arena, en la arena eres cometa.
No mires atrás camello, no mires  atrás no mires,
No mires que viene el viento, el viento viene, no mires.
Borra las huellas el viento, el viento borra las huellas.
Camina, dibuja y borra, y borra y borra el camino.
La arena limpia la arena, la arena a la arena limpia.


Paisaje 2
Arrastra el carruaje, arrastra. Arrastra, arrastra el carruaje.
Botellas, cartón, alambres. Alambres, cartón, botellas.
Corre, empuja, camina. Camina, empuja, corre.
Suda, tose, resopla. Resopla y suda, y tose y resopla.
Asfalto, aceite y asfalto. Aceite, asfalto y aceite.
Aguaceros, huecos, charcos. Charcos, huecos y aguaceros.
Detente que allí hay basura. Basura hay allí, escarba.
Piel y mugre se confunden. Mugre y piel  y piel y mugre.
La noche es olor y aliento. Aliento y olor de noche.
No hay quejidos, no hay cansancio. Si hay cansancio sí, hay quejidos.
No hay palabras ni hay silencio. Hay silencio sin palabras.
Trozos de luz y cemento, sombras, luces y cemento.
Arrastra, arrastra y arrastra, escarba, camina, empuja.

Paisaje 3
Cruzo un puente de aire y guadua
sobre un río, sobre un río.
Tengo miedo y me estremezco,
Me estremezco sobre el río.
Sobre un puente de aire y guadua
Temo, tiemblo, no sonrío.
Mucho aire sobre el río
Mucho temor, mucho aire.
Temo el puente,
Temo el río.
Temo resbalar al aire
Temo resbalar al río
Temo cruzar el puente
El puente de aire y guadua
El puente que cruza el  río.

¿Será que estos paisajes son más bien cancioncitas a las que debo ponerle música? Se las enviaré a Tomás para ver si acepta ponerles una atmósfera electrónica. De todas formas, esta noche me tomaré un whisky y, mirando la Bogotá nocturna desde el ventanal de mi piso dieciocho, intentaré rappearlas con mi estilo gregoriano.  La puerta de la oficina se abre de repente.  Mi editor me atrapa en pleno monólogo mañanero. "Vea pues, ¡le volvió a despertar el blog!"  me dice. Medio me sonrojo y río, oprimo el botón publicar, y vuelvo dócilmente a la pantalla. 


Diego García Moreno - Bogotá, octubre 22 de 2014

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He sido un cultivador de cartas... pero se extinguen los huertos, las postales, los destinos. Busco materos, balcones, ventanas, lienzos libres donde pueda sembrar mis dudas, mis palabras, las cascadas de imagen que a veces se me ocurren. Dale hombre, me han dicho algunas fieles amistades, invéntate un blog, escribe. Ya verás que es un buen andén para compartir tu risa, tu silencio, tus desdichas. Curioso, dócil, ingenuo, acepto jugar a lo impreciso.