domingo, 20 de noviembre de 2022

CREANDO "A POSTERIORI"


Cuando termino una película acostumbro escribir un texto que, en forma de crónica,  ensayo o delirio, de cuenta de la experiencia vivida.Fui testigo con mi cámara del proceso de creación de la obra "A posteriori" de Beatriz González. Un cortometraje guardará la memoria de este fragmento de vida de La Maestra.  En esta ocasión el ejercicio literario fue publicado por la revista Generación, el magazin cultural de El Colombiano de Medellín,  en la edición dedicada a la celebración de los 90 años de Beatriz.  El enlace para leer el artículo es: 
PL19037901

Así fue publicado:


viernes, 19 de agosto de 2022

VOY A COMERME UNA AREPA

                                                                             In memoriam de mi amigo Julián Estrada

                                            Fotograma del video LA AREPA (1992)- Dirección Diego García Moreno
                                                                                               

Voy a comerme una arepa querido Julián Estrada 
 Encenderé el fogón de los recuerdos 
 La pondré sobre la parrilla 
 Y cuando esté bien bronceadita le echaré encima un trozo de nostalgia 
 Una tajada de carcajadas fresca 
 Me la comeré despacio degustando las crónicas y chismes que su masa inspire 
 Entre cada mordisco colocaré sobre el mantel el estribillo 
 Que como buen rumiante repetías 
 “Aparte de aquello 
 Lo mejor de la vida es conversar con los amigos comiendo y tomando trago” 
 Y te mandaré un último abrazo 
 Quizás el primero para celebrar tu amistad y consolar tu ausencia 

Pero como el romanticismo es pegajoso 
Te atacaré con un reto una pulla un hijueputazo un secreto 
Te pediré un consejo una receta un silencio un guaro amargo 
Mejor un whisky un platito de maní y un tarrito de aceitunas 
Escucharé tu voz encabritada convenciéndome 
De la belleza de la plaza de mercado de cualquier parte 
De la exquisitez de las empanadas de no sé dónde 
De la incomparable finura de los bollos de fulanita 
Del indescriptible sabor de las sopas de aquella esquina 
De la dulzura angelical de la parva que navega en un canasto 
Sobre la cabeza imperturbable de esa vieja mujer 
De la ternura inquietante del pernil 
 De la suavidad dudosa del hígado o el pescuezo 
De la rotunda claridad de la costilla 
 De una salsa a la pimienta o tártara o bearnesa o bechamel 
Del pícaro demonio del jengibre y del ají y de 
La lucidez del riñón y de los sesos y por supuesto del lomito 
La benevolencia del cilantro y por supuesto el perejil 
La coherencia rebelde del sancocho 
Lla placidez colonial de un ajiaco 
La insensatez de una bandeja paisa.
Y el pragmatismo fundamental de un recalentao 
La ambigüedad aromática del vino 
Ah y esas brevas en almíbar esa leche cortada el bocadillo el dulce de tomate de árbol 
Y por supuesto el helado de chocolate o de vainilla o un merengue 

Te excitarás con el sabor embriagante de una amiga o de aquella novia 
O de esa aventura ardiente que se convirtió en sustancia 
Con la complicidad de un horno una nevera una licuadora 
Un reloj de arena y un pocillo 
De la mujer que por convicción ha seguido tu voz 
Detrás del mostrador de los atardeceres de El Retiro 
Enfatizarás la agudeza sutil de las tortas de mi madre o de la suya o de tu tía 
La estupidez del amante público y político y aun peor del gobernante 
La profundidad de la luz del amanecer frente a un bar de mala muerte 
De perfil al mar o de espaldas a la montaña que te espiaba en las mañanas 
 
Lamentarás el estornudo entre la humareda de las brasas 
Que calientan mi última arepa contigo 
Entre tanta gente que conocías tantas tiendas tantas plazas tantas cacerolas tantas máquinas de moler tantos charoles tantas pailas 
Y olletas y cuchillos y morteros 
Tanto comino tanta sal tanto tomate tanto caldito de gallina 
Tanto condimento y tanto impedimento que querías borrar 
Con el aroma de un pescado frito con patacón y arroz con coco 
Bajo la brisa que sacude el oleaje de siempre 
El revolcón la incesante incertidumbre del destino
 
Morderé con placer la arepa para no tener derecho a decir que estoy solo o aburrido 
Aceptaré este gesto como el rótulo indeleble de una dulce adicción heredada en la cuna 
Será la celebración póstuma a tu nueva presencia de gastrónomo invisible 
Una manera de mantener viva tu sazón hasta el día no lejano 
En el que acataré el llamado de la parca y partiré 
A incorporarme a la comparsa de domadores de blandas masas de maíz eterno 
A reencontrarte en la cocina atemporal donde ahora despachas 
Titilantes arepas amarillas o blancas o de mote o de pelao 
Con forma de tela o de bolita hacia la el telón oscuro de la noche eterna 
donde calman con su luz el hambre cósmico de las galaxias 
Miro mis manos y constato el vacío 

¡Mierda! ¡Se acabó la arepa! 
Ay cuidado 
¡Se te regó el chocolate! 

 Diego García Moreno- Bogotá, agosto 8 de 2022.
                                                                                                                                              Foto El país


PUEDES VER EL VIDEO "LA AREPA"  en el enlace https://vimeo.com/69009651

 
He sido un cultivador de cartas... pero se extinguen los huertos, las postales, los destinos. Busco materos, balcones, ventanas, lienzos libres donde pueda sembrar mis dudas, mis palabras, las cascadas de imagen que a veces se me ocurren. Dale hombre, me han dicho algunas fieles amistades, invéntate un blog, escribe. Ya verás que es un buen andén para compartir tu risa, tu silencio, tus desdichas. Curioso, dócil, ingenuo, acepto jugar a lo impreciso.