miércoles, 20 de septiembre de 2017

ADIÓS A RIRE

El cine documental ha amanecido muy triste. Ricardo Restrepo, Rire, Rirehe, murió. Durante años trabajó cotidianamente para que el gremio existiese y tuviese una representación, una voz. Diariamente veló para que el cine documental del mundo, la memoria y realidad del planeta, de nuestro propio país, fuera accesible a una sociedad que urgía y urge de memoria activa. Alados y la Muestra Internacional documental de Bogotá MIDBO fueran durante más de una década sus espacios de acción. Ricardo se fue justo cuando el cine documental colombiano está alcanzando un vuelo de proporciones mayores. Algún día sabremos cuánto le debemos a su paciente y generosa labor.
Te fuiste, amigo, cuando abrías tus alas de creador. Las que durante mucho tiempo mantuviste serenas para que muchos voláramos. Gracias, querido colega. "Cesó la Horrible noche" podría ser el nombre para tu adiós, pero es mucho más: quedará para siempre como un documento indispensable en los anales de las visiones fílmicas de la historia de Colombia. Hace apenas unos meses te ganaste Doctv con un proyecto ligado al presente, tus ojos se centraban en el proceso de paz a través de la reinserción en la vida civil de unos músicos que cesaron su vida entre las armas. Ese registro y este proceso no pueden detenerse. Tu aliento era fuerte y necesario.
Patricia, el impulso fue lanzado, adelante con el legado, en tu amor, sensibilidad y talento está la continuación de una labor que es una necesidad de todos. Te abrazamos, te queremos, te acompañamos. Ricardo se ha transformado. Poco a poco, tras las lágrimas, aprenderemos a existir con su nueva presencia.

lunes, 18 de septiembre de 2017

LA MUERTE DE LOS JUSTOS

                                                       


In memoriam de mi madre.

Beatriz Moreno, mi madre, murió hace seis años. Lo hizo como siempre lo prometió: "Un día, sin ponerle problema a nadie, me van a encontrar tiesa en la cama". Cumplió su promesa y agregó una sonrisa. En aquel momento, yo recorría Colombia reflexionando sobre la muerte con el evento Proyectando Memoria, haciendo rituales de reparación con el arte en espacios donde "el conflicto" había herido de muerte violenta el concepto de la muerte como parte integral de la vida. ¡Qué contraste! Tuvimos el privilegio en mi familia de recibir como regalo algo que muchos no tuvieron la dicha de conocer: aquello que la cultura popular llama "la muerte de los justos"; de saber que tras las lágrimas por su ausencia compartíamos una sonrisa de agradecimiento porque Beatriz había cumplido a cabalidad su contrato en este mundo. El destino, los arcanos, el azar, vaya a saberse qué fuerzas misteriosas forjaron ese final. Quisiera uno desear que esa fuera una ley aplicable a todos los humanos, pero sabemos que eso nunca será así. Bienaventurados nosotros en este caso por haber sido privilegiados con el quite que te hizo la tragedia. Gracias Beatriz por tu sabiduría simple y profunda, tu generosidad, tu ecuanimidad y tu paciencia.

jueves, 7 de septiembre de 2017

¿DÓNDE ESTÁ LA BOLITA?

¿Dónde está, dónde está la bolita? El atardecer bogotano del 28 de junio entró a a mi apartamento pregonando la frase del mago embaucador que desplumaba a los apostadores esporádicos de la calle Junín en el Medellín de mi adolescencia.

El hombre colocaba en la acera una caja de cartón, encima de la caja un tríplex, encima del tríplex una bolita y tres coquitas invertidas. Ocultaba la bolita dentro de una de ellas y con una velocidad asombrosa comenzaba a desplazar de lugar las coquitas mientras repetía y repetía y repetía ¿Dónde está la bolita, dónde está la bolita, dónde está la bolita?



El apostador de turno, convencido de que sabía su lugar, colocaba cien pesos sobre el tríplex, señalaba una coquita y el mago la levantaba. 


-¡Correcto! gritaba el mago y le entregaba el doble del monto apostado sin dejar de hacer circular las coquitas.

El apostador emocionado volvía a colocar su case sobre el tríplex y el mago volvía a destapar la coquita. Pero a partir de la segunda oportunidad, el apostador no volvía a encontrar el destino de la inquieta bolita. Y al quinto o sexto intento desertaba. 




   El sol 

fue para mí ayer 
la bolita 
pero no supe si 
yo era 
el mago
el apostador.
 


    
     


Diego García Moreno 
Bogotá, Junio 30 de 2017

lunes, 4 de septiembre de 2017

QUEJIDOS Y TROPEZONES

A Luna

Si hubieses dedicado más tiempo
a dialogar con los perros
en la época en que tu vida
transcurría entre baldosas quizás
ahora atenderías mi reclamo.

Tan solo consentías plegarias
de basura y polvo
te vanagloriabas de tus acrobacias
con silencios fríos 
y parpadeabas coqueta ante algún suspiro
de hormigas extraviadas
o interpretabas un desabrido sermón
ante una turba de cucarachas en estampida.

Te fascinaba esculpir monólogos
que seducían escorpiones
y llegaste a maldecir las sombras
de las rejas que recorrían
imperturbables el patio asoleado.

Si hubieses tenido oídos
para el can que te miraba enmascarado
por el umbral de puertas y artificios
que inventaste como escenario de tus días
tal vez hoy tu canto hubiese tenido
un fondo de oboes y violines
pero tan solo retumba
entre tu mudez y mis plegarias
una sinfonía de matracas
quejidos y tropezones.




                             Diego García-Moreno 
                                    Damasco, Antioquia, 2 de septiembre de 2017
He sido un cultivador de cartas... pero se extinguen los huertos, las postales, los destinos. Busco materos, balcones, ventanas, lienzos libres donde pueda sembrar mis dudas, mis palabras, las cascadas de imagen que a veces se me ocurren. Dale hombre, me han dicho algunas fieles amistades, invéntate un blog, escribe. Ya verás que es un buen andén para compartir tu risa, tu silencio, tus desdichas. Curioso, dócil, ingenuo, acepto jugar a lo impreciso.