El cine documental ha amanecido muy triste. Ricardo Restrepo, Rire, Rirehe, murió. Durante años trabajó cotidianamente para que el gremio existiese y tuviese una representación, una voz. Diariamente veló para que el cine documental del mundo, la memoria y realidad del planeta, de nuestro propio país, fuera accesible a una sociedad que urgía y urge de memoria activa. Alados y la Muestra Internacional documental de Bogotá MIDBO fueran durante más de una década sus espacios de acción. Ricardo se fue justo cuando el cine documental colombiano está alcanzando un vuelo de proporciones mayores. Algún día sabremos cuánto le debemos a su paciente y generosa labor.
Te fuiste, amigo, cuando abrías tus alas de creador. Las que durante mucho tiempo mantuviste serenas para que muchos voláramos. Gracias, querido colega. "Cesó la Horrible noche" podría ser el nombre para tu adiós, pero es mucho más: quedará para siempre como un documento indispensable en los anales de las visiones fílmicas de la historia de Colombia. Hace apenas unos meses te ganaste Doctv con un proyecto ligado al presente, tus ojos se centraban en el proceso de paz a través de la reinserción en la vida civil de unos músicos que cesaron su vida entre las armas. Ese registro y este proceso no pueden detenerse. Tu aliento era fuerte y necesario.
Patricia, el impulso fue lanzado, adelante con el legado, en tu amor, sensibilidad y talento está la continuación de una labor que es una necesidad de todos. Te abrazamos, te queremos, te acompañamos. Ricardo se ha transformado. Poco a poco, tras las lágrimas, aprenderemos a existir con su nueva presencia.