jueves, 7 de septiembre de 2017

¿DÓNDE ESTÁ LA BOLITA?

¿Dónde está, dónde está la bolita? El atardecer bogotano del 28 de junio entró a a mi apartamento pregonando la frase del mago embaucador que desplumaba a los apostadores esporádicos de la calle Junín en el Medellín de mi adolescencia.

El hombre colocaba en la acera una caja de cartón, encima de la caja un tríplex, encima del tríplex una bolita y tres coquitas invertidas. Ocultaba la bolita dentro de una de ellas y con una velocidad asombrosa comenzaba a desplazar de lugar las coquitas mientras repetía y repetía y repetía ¿Dónde está la bolita, dónde está la bolita, dónde está la bolita?



El apostador de turno, convencido de que sabía su lugar, colocaba cien pesos sobre el tríplex, señalaba una coquita y el mago la levantaba. 


-¡Correcto! gritaba el mago y le entregaba el doble del monto apostado sin dejar de hacer circular las coquitas.

El apostador emocionado volvía a colocar su case sobre el tríplex y el mago volvía a destapar la coquita. Pero a partir de la segunda oportunidad, el apostador no volvía a encontrar el destino de la inquieta bolita. Y al quinto o sexto intento desertaba. 




   El sol 

fue para mí ayer 
la bolita 
pero no supe si 
yo era 
el mago
el apostador.
 


    
     


Diego García Moreno 
Bogotá, Junio 30 de 2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario

He sido un cultivador de cartas... pero se extinguen los huertos, las postales, los destinos. Busco materos, balcones, ventanas, lienzos libres donde pueda sembrar mis dudas, mis palabras, las cascadas de imagen que a veces se me ocurren. Dale hombre, me han dicho algunas fieles amistades, invéntate un blog, escribe. Ya verás que es un buen andén para compartir tu risa, tu silencio, tus desdichas. Curioso, dócil, ingenuo, acepto jugar a lo impreciso.