Se recortan las agendas
se alargan las indescifrables esperas
se programan magistrales sesiones de paciencia
se disponen sobre la mesa las pócimas imprecisas
que definen la coagulación mantienen la presión y regulan el ritmo.
Me he inyectado en la barriga una dosis de esperanza
y el hilillo de sangre al extraer la aguja no cesa
La inocente hemofilia que espanta la conformación del trombo
el tapón, el infarto, el eco del gran susto mancha el hilván de la cintura
me deja boquiabierto desconcertado
hace que mis manos se esfuercen en borrar
con un trocito de algodón culpable
el sendero hacía el abismo
que como una estalactita
recrea el horizonte y
proyecta el asombro impreciso
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