martes, 30 de enero de 2018

LA VENTANA -de mi oficina-.

A una ventana en la Calle 26 x carrera 10 en Bogotá. 
Esta ventana sabe de tormentas y arcos iris,
de amaneceres radiantes y de grises mediodías.
Conoce la penumbra, los estruendos… y el silencio:
el silencio melodioso y el espantoso silencio.

Esta ventana no conoce el vértigo y es experta en el vacío.
Reconoce el atropello y distingue el gemido en el umbral de la muerte.

Esta ventana
urbana
  se ufana
      de acariciar el hielo en la mañana.
 
Esta ventana es capaz de detener el calor cuando el asfalto rechina
y la prisa desconcierta y los buses se encabritan
y las monjas convulsionan y los mendigos vomitan.

Esta ventana es testigo de marchas por mil razones,
De legiones rojas, azules  y amarillas, de arengas blancas y negras ,
de procesiones,
inundaciones,
extorsiones,
confusiones,
invasiones,
De banderas multicolores entre motos y perros, empanadas, bolillos  y pancartas,
Vírgenes en andas que tallan cicatrices y confusión en las pieles,
Ojos de mártires prematuros en ataúdes abiertos adornados con venganza,
Caravanas raudas, trancones espeluznantes, bicicletas desbocadas,
Corrillos, marchas, paros, huelgas, motines, pedreas y explosiones.
Explosiones, explosiones… y un manojo de aguaceros.

Esta ventana ha visto, ha escuchado y visto, el terror y la miseria
Y, en silencio, ha guardado los secretos de lo visto y lo escuchado.
Esta ventana urbana, tan amplia, tan manoseada, tan limpia hoy,
Esta ventana tan ventana, 
tan urbana,
tan sana,
tan loca
y tan lozana,
Esta ventana se ufana de dormir desnuda en la noche
 y acariciar el hielo en la mañana.


Diego García-Moreno
Bogotá, enero  de 2018

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He sido un cultivador de cartas... pero se extinguen los huertos, las postales, los destinos. Busco materos, balcones, ventanas, lienzos libres donde pueda sembrar mis dudas, mis palabras, las cascadas de imagen que a veces se me ocurren. Dale hombre, me han dicho algunas fieles amistades, invéntate un blog, escribe. Ya verás que es un buen andén para compartir tu risa, tu silencio, tus desdichas. Curioso, dócil, ingenuo, acepto jugar a lo impreciso.