Documental EL TROMPO Enlace: https://vimeo.com/68411483
Toupie en Francés es trompo. Se pronuncia: tupí. Suena casi como
esa conjugación del verbo ser en inglés: to be… escrita en español tubí.
Palabras homófonas en dos lenguas diferentes que se prestan para
jugar con el verbo Ser e invitan a crear nuevas figuras sonoras de
la tan trillada como profunda frase de Shakespeare: To be or not to
be.
Toupie or not Toupie es el título del
documental que realizamos en 1993 para Canal Plus de Francia sobre la fiebre
del trompo en Colombia. Tupí or not tupí, que literalmente en español
significa Trompo o no Trompo, pero cuyo significado en inglés no viene al caso
mencionar en esta oportunidad. El co-guionista y asistente de realización fue
Oscar Alzate. Era nuestra segunda película sobre ese objeto mágico que encierra
las leyes del movimiento cósmico, de ese juego esencial que comparten todas las
culturas y del cual él llegó a ser el campeón mundial de figuras en uno de esos
particulares campeonatos llamados mundiales en Sogamoso en los que participaban
muchos colombianos y del resto del mundo venía un representante ecuatoriano: El
trompo. Así, al desnudo, El trompo, fue el título de nuestra primera película.
Un documental producido por Colcultura en 1992, que hace parte de mi serie
Colombia Elemental. Él fue el guía del relato y uno de los jugadores estelares
al lado de sus compañeros artistas de la Logia del Trompo Rojo y de varios
tromperos terrenales de Boyacá ante quienes se enfrentaron en el campeonato
mundial de trompo en la ciudad del sol y del acero. Era una época
aciaga de nuestro país cuando buscábamos metáforas para tratar de encontrar el
antídoto para la violencia que se había apoderado de su territorio.
En un párrafo de “Imágenes de un país desconocido”, un artículo
publicado en revista Número (34) hice una referencia a la visión que Oscar,
intelectual lúdico, tenía del potencial metafórico del Trompo:
Ay hombre. Las
vueltas que da la vida. Oscar Alzate murió. Él mismo tomo la decisión de not to
be…mas, y por ende aceptar la condición de Not toupie. Debieron ser
muchas las razones para que alguien que visualizaba el orden cósmico en función
de la rotación y la traslación optara por detener su movimiento. Cada cual, en
su condición de estrella, planeta o satélite, gira con un impulso que a veces
creemos eterno. Aunque nuestro ciclo vital en el universo es tan corto, tenemos
durante un período la sensación de estabilidad que nos hace creer que nuestras
acciones durarán para siempre. Pero ese impulso es limitado por la acción de la
gravedad del conjunto, de la aproximación a la fuerza interna de otras
galaxias, sistemas o cuerpos celestes que interactúan con la nuestra. Vaya a
saberse cuán grande era la presión del universo circundante ejercida sobre la órbita
de Oscar para que su masa explotara y en el espacio quedara un aparente vacío,
quizás un indescifrable hueco negro. El hecho es que una estrella desapareció
del firmamento, pero como lo que vemos los humanos no es la materialidad de la
estrella sino su luz enviada a viajar por la galaxia hace millones de años,
tendremos la presencia del cuerpo celeste Oscar durante un tiempo indeterminado
mas. Lo veremos a través de sus cuadros, de esa obsesión cotidiana por
aprehender y materializar con colores la ilusión de naturaleza en el lienzo, y
de las figuras que, magistralmente, en su particular silencio, hizo
con su trompo. Su figura activa en el documental se transforma con su partida
corporal en un nuevo espacio de vida y aquella metáfora para apaciguar la
violencia con la acción creativa de un juguete, el más elemental y
misterioso, seguirá dando vueltas hasta que su gravedad u otro cataclismo
inesperado, insospechado, lo determine.
Fassbinder decía que
él hacía cine para entretenerse mientras llegaba la muerte. Gracias Alzate por
haberme regalado una herramienta mágica que no solo me permitió hacer cine con vos sino comprender en carne propia el sentido del entretenimiento.
Diego García Moreno
Bogotá, diciembre 14 de 2018