lunes, 16 de agosto de 2010

Beatriz G. un texto-carta de Rodrigo Pérez Gil

Date: Sat, 14 Aug 2010 12:25:22 -0700
From: luzagosto2003@yahoo.com
Subject: la vuelta del Corazón
To: diegogarciamoreno@hotmail.com

Diego,
Es como si el documental El Corazón trajera replegado este nuevo documental sobre Beatriz González, pues el corazón es el órgano amoroso de la repetición. Si hay unarepetición que enferma, por ejemplo la de Fernando Vallejo en su última novela El don de la vida, que no sale de la representación alrededor del cordón umbilical del autor, hay otra repetición que alivia y es ésta de Beatriz y Diego en este documental. La pintora lo dice, "Hay que repetir", y lo hace una y otra vez con los cuatro grabados
sobre las bóvedas del Columbario que muestran a unos portadores llevando en andas, en cada grabado, un cadáver hacia una fosa común, por fin hallada de manera simbólica en el antiguo cementerio restaurado con este propósito, para "sellar sus auras", las de aquellos desaparecidos por fuerzas oscuras a plena luz del día o al amparo de la noche. Estas vueltas al Columbario a lo largo del documental que muestran el proceso
de su restauración hasta sellar las bóvedas con los grabados de la pintora, creo yo, son el hilo conductor del hermoso documental. Si los poemas se aprenden de memoria(by heart, par coeur) es porque el corazón es el órgano amoroso de la repetición. Eros debe ser repetido, no puede ser vivido más que en la repetición, y es Tánatos (o la muerte en Colombia) el que proporciona la repetición a Eros, el que somete a Eros a la repetición, al calor de las canciones de Schubert y las otras piezas exquisitas que acompañan el trabajo de la artista en su taller y que nos reconfortan
en la visión del documental, una visión del grito más bien que del horror que late desde el arranque del documental.
¿Cuándo tenderemos la oportunidad de ver de nuevo ¿Por qué llora si ya reí?,
Felicitaciones de nuevo en tu aniversario,
Ro.

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He sido un cultivador de cartas... pero se extinguen los huertos, las postales, los destinos. Busco materos, balcones, ventanas, lienzos libres donde pueda sembrar mis dudas, mis palabras, las cascadas de imagen que a veces se me ocurren. Dale hombre, me han dicho algunas fieles amistades, invéntate un blog, escribe. Ya verás que es un buen andén para compartir tu risa, tu silencio, tus desdichas. Curioso, dócil, ingenuo, acepto jugar a lo impreciso.